Enfermedad de Parkinson
Por: Val JB
El 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, declarado por la Organización Mundial de la Salud para concientizar a las personas sobre ésta enfermedad. La enfermedad del Parkinson es el segundo padecimiento degenerativo más frecuente del sistema nervioso, el primero es el Alzheimer.
La mayoría de los de los casos de Parkinson se presentan después de los 60 años a ésto se le conoce como Parkinson Idiopático, sin embargo un 10% inicia antes de los 40 años y se le conoce como Parkinson de Inicio Temprano. Es importante mencionar que aunque en menor número también existen casos de jóvenes menores de 20 años con éste padecimiento conocido como Parkinson Juvenil.
El mal de Parkinson es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso, con manifestaciones neurológicas y psiquiátricas producidas por diferentes factores que interactúan entre sí, éstos son tanto genéticos como ambientales, los cuales transtornan varios sistemas de neurotransmisores. De cada 10 neuronas que producen dopamina, se han muerto 6 o 7 cuando manifiestan éste padecimiento.
La enfermedad inicia tiempo antes de que se manifieste con malestares o alteraciones en las personas. La forma en la que se presenta es poco a poco es decir, progresiva lenta, puede iniciar con alteraciones motoras como lentitud, temblor, rigidez y alteraciones posturales o también con alteraciones no motoras como depresión, fatiga o cansancio excesivo, poca capacidad de oler aromas, trastornos para dormir, dolor de hombros o extremidades, estreñimiento crónico.
Los médicos consideran que un paciente tiene Parkinson cuando presenta dos de tres síntomas importantes de la enfermedad, a esos síntomas se les conoce como cardinales. El primordial es la lentitud además de ello debe existir una de las dos características que siguen: temblor o rigidez.
El temblor es quizá el síntoma más relacionado con la enfermedad de Parkinson, pero no todo temblor es enfermedad de Parkinson y no todos los enfermos con Parkinson tiemblan.
La enfermedad de Parkinson produce cambios en la vida de la persona que la sufre y también la de sus familiares. Estos cambios conllevan estrés, interfiriendo en la vida familiar, laboral, social y emocional de la persona debido al deterioro de la salud y empeoramiento de la calidad de vida.
Algunos de los síntomas que presenta la persona afectada son:
Rigidez y dificultad para iniciar el movimiento
Depresión
Ansiedad
Tensión y Nerviosismo
Transtornos de estado de ánimo
Estados Psicóticos (delirios y alucinaciones)
Transtornos sexuales
Es importante diferenciar la Ansiedad de la Acatisia, ésta última es una inquietud interna que se manifiesta como una dificultad para quedarse quieto y es como consecuencia del tratamiento fármaco antiparkinson.
Algunas otras afecciones se pueden manifestar en el estómago, los intestinos, la presión arterial, los nervios del corazón, los hábitos urinarios, la sudoración, la lubricación de la piel, la capacidad de reconocer aromas.
Uno de cada tres enfermos de Parkinson experimenta con frecuencia sentimientos de ansiedad, depresión y nerviosismo.
La depresión y la ansiedad en la enfermedad de Parkinson se deben principalmente a alteraciones en los neurotransmisores que aparecen durante la enfermedad; a los efectos de la medicación; al fracaso de adaptación o a la combinación de cada una de éstas.
Dentro de las manifestaciones clínicas del síndrome depresivo se encuentran:
Dificultad para controlar el llanto, la tristeza y pesimismo
Pérdida de peso
Incapacidad para experimentar placer
Aumento de molestias físicas
Baja autoestima con tendencia a menospreciarse
Sentimientos de indefensión e inutilidad
Peor ejecución del movimiento
Quejas de peor rendimiento intelectual en ausencia del deterioro cognitivo.
Los afectados de la enfermedad de Parkinson sufren con mayor frecuencia problemas de sueño
Una de las opciones para mejorar la calidad de vida de una persona con éste padecimiento es realizar lo que se conoce como Terapia Ocupacional, la cual es una disciplina sociosanitaria holística que consiste en facilitarle a la persona el desarrollo de su tiempo a través de actividades de la vida diaria, de trabajo y ocio que le permitan sentirse autónomo y satisfecho por los objetivos alcanzados, motivaciones personales y las demandas de su entorno.
La Terapia Ocupacional para personas que padecen Parkinson es diferente dependiendo de la patología, el estado y la evolución de la enfermedad.
Algunos Objetivos de la Terapia Ocupacional son:
Mejorar y mantener la coordinación de las manos.
Favorecer la comunicación verbal, no verbal y escrita.
Ejercitar en las actividades diarias básicas de la vida cotidiana.
Ayudar al enfermo y a la familia a organizar sus rutina diaria favoreciendo la creación de hábitos que refuercen la autonomía, sus roles, ocupaciones, aficiones, etc.
Potenciar las funciones cognoscitivas como la atención, memoria, orientación, funciones visoespaciales, perceptuales y ejecutivas, entre otras tantas, disminuyendo la bradicinesia.
Es importante mencionar que los cuidadores también reciben orientación y éstos son asesorados en relación a la enfermedad y en cómo apoyar al enfermo en sus Actividades de la Vida Cotidiana para que sea lo más autónomo posible y el familiar pueda tener una mejor salud física y emocional.
Con la aparición de avances tecnológicos, surge la Estimulación Cerebral Temprana o Neuromodulación Cerebral éste tratamiento consiste en la activación o desactivación de ciertas zonas del cerebro las cuales provocan un desequilibrio en la función motora de los pacientes. De ésta manera se convierte en un “marcapasos cerebral” con la aplicación precisa de éstos estímulos eléctricos con los cuales se puede mejorar de manera significativa entre un 50% - 70% los síntomas de los pacientes que antes se consideraban como fuera de tratamiento farmacológico por sus limitaciones y complicaciones.
Entre un 10% y un 20% de los pacientes con enfermedad de Parkinson son candidatos a cirugía ya que es necesaria la observación de criterios de inclusión y exclusión cuyo cumplimiento ofrece al paciente mayores probabilidades de éxito y menores riesgos por la cirugía.
El estudio de los candidatos a cirugía debe ser multidisciplinario, es decir que ésta compuesto por neurólogos especialistas en trastornos del movimiento, neurocirujanos funcionales, neuropsiquiatras, neuropsicólogos, neurorehabilitadores y neuroanestesiólogos.
No es necesario estar en etapas avanzadas de la enfermedad para ser considerado buen candidato a tratamiento quirúrgico, para ello deberá consultarlo con el especialista.
La cirugía es segura pero no queda exenta de riesgo. El riesgo principal es conocido como sangrado cerebral el cual llega a ocurrir durante el procedimiento en un 3% de los casos. Otra complicación es la Infección de los electrodos que ocurre en un 4% de los casos y por último cambios a nivel neurológico o conductual en un 10% de los casos.
Los días posteriores a la cirugía son los más delicados, posterior a éstos el cuidado es mínimo y dependerá del modelo de marcapasos que tenga el paciente. Existen diferentes tipos de marcas y modelos de marcapasos, algunos de estos no son resistentes a los campos magnéticos.
El costo de la cirugía se encuentra en un rango de 800,000 y 1,200,000 pesos dependiendo del hospital y modelo de marcapasos que se utilice.
Es importante mencionar que la cirugía no cura la enfermedad, sin embargo ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente.
Algunos artistas con Enfermedad de Parkinson son:
Salvador Dalí
Robin Williams
Ozzy Osbourne
Michael J. Fox